Los despachos suelen utilizar la publicidad, el marketing y la marca para convencer a los consumidores, clientes, partes interesadas o donantes externos para que compren sus bienes y servicios o inviertan en organización. Muchas firmas, profesionales y empresas hacen mal uso de las tres terminologías debido a que su significado puede ser confuso, al perseguir todas la colaboración en el mismo propósito.
Conocer las diferencias entre publicidad, marketing y branding puede ayudar sustancialmente a que tu despacho crezca porque estos elementos ayudan a aumentar la reputación del servicio localizando, impactando y persuadiendo a tu posible cliente, si se usan bien, claro.
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Marketing
El marketing es un proceso que se refiere a las actividades comerciales planificadas que realiza una empresa para reunir a compradores y vendedores en torno al intercambio o transferencia de productos o servicios. Estas actividades incluyen la formulación de estrategias de marketing para usar junto con los recursos disponibles, como las redes sociales, la televisión, o los medios impresos, los eventos, los sistemas de remarketing, growth hacking etc.
Publicidad
La publicidad es cualquier anuncio pagado por un interés individual o una empresa que tiene como objetivo persuadir a los consumidores potenciales o existentes a comprar un producto o servicio. Por lo general, implica agresivamente o indirectamente difundir un producto o servicio a través de medios como periódicos, carteles, televisión, radio o Internet. La publicidad implica un mensaje que se envía a un público objetivo y un medio a través del cual transmitir el mensaje.
Branding o Marca
Según la American Marketing Association (AMA), una marca es cualquier cosa que ayude a que los compradores potenciales sigan siendo leales a su producto o empresa, como el logotipo, el símbolo, el nombre o el diseño. La marca implica la colección de cosas que una audiencia espera y experimenta, combinadas con el funcionamiento de todos los elementos de la marca, incluyendo tipografía, logotipos, lema o marca. Crea una asociación entre los ideales del comprador potencial y la marca particular de un producto, como asociar el color azul con algunas aerolíneas debido al color del cielo. El branding quiere crear un nombre, símbolo o diseño que identifique y diferencie un producto de otros productos. Una estrategia de marca efectiva brinda una ventaja importante en mercados cada vez más competitivos.
El branding es crear una nomenclatura para tu empresa y darle un diseño, un aspecto visual diferenciador. Pero no es solo eso. Una marca es mucho más, es una serie de atributos que se quedarán en la mente de tu comprador para estar ahí siempre que se plantea comprar o contratar.
Por ejemplo: Mercedes Benz: el branding es la estrella, pero los atributos de marca serían calidad, lujo, diseño, fiabilidad, elegancia… Nike, su branding es el swoosh, pero la marca es atletas, deporte, rendimiento, calidad, diseño, tendencia…
Branding, marketing y publicidad. No confundir.
Los términos marketing, marca y publicidad a veces traen confusión con respecto a la mejor palabra entre las tres para adoptar, como resultado de su interconectividad y resultado final. Por ejemplo, el marketing trabaja para mejorar la notoriedad entre los compradores potenciales de una marca en particular, mientras que la publicidad aumenta la exposición o visibilidad de una marca y el branding aumenta el efecto de todo el proceso mejorando la opinión de esa firma.
Atendiendo al customer journey, que es el proceso que sigue un cliente desde que no conoce una marca hasta que acaba comprándola, de una forma sencilla, los tres términos combinarían de la siguiente forma:
- El marketing define quién es el cliente tipo, cuál es el precio que puede pagar, dónde se encuentra y cómo se llega hasta él
- La publicidad diseña el mejor mensaje para llegar al máximo de esas personas que nos ha pautado el plan de marketing
- El branding trabaja para que cuando esa persona sea impactada por nuestro anuncio se lleve una buena impresión.
Si uno de los tres cojea, no es sólido o no es coherente con el resto, nuestras posibilidades comerciales se verán seriamente reducidas y los resultados obtenidos serán mal interpretados, ya que podrían hacer pasar por ineficaz un modelo de negocio que sí lo es, cuando lo que pasa es que se está ejecutando mal su llegada al público. Confundirlos solo nos llevará a no respetar las etapas del proceso y no abordar correctamente a las personas que podrían ser nuestros clientes.